Ingredientes:
400 gr. de garbanzos cocidos
aceite de oliva
tomillo
3 hojas de laurel
pimentón dulce
pimentón picante
pimienta en grano
pimienta
1/2 vaso de vino blanco
sal
orégano
Preparación:
En un bol grande ponemos los garbanzos. Les echamos un chorrito de aceite de oliva virgen y vamos incorporando las especies: el tomillo, el orégano, el pimentón dulce y el picante, unos granos de pimienta, una poca pimienta, las hojas de laurel picaditas y finalmente le echamos el vino. Removemos todo bien y dejamos en la nevera unas horas.
Antes de servir pasamos la mezcla por la sartén removiendo de vez en cuando para que no se pegue, de manera que se vaya evaporando el alcohol del vino.
Servimos acompañados de unas patatas cocidas o bien alguna verdura cocida. Yo en este caso he utilizado coliflor.
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Ultimamente tiro tanto a lo picante que no sé cómo va acabar mi pobre estómago, ya de por si hace algunos años un poco maltrecho. Pero bueno, como yo digo, mientras el cuerpo aguante... cuando diga basta, habrá que parar.
Yo estos garbanzos los suelo preparar de un día para otro, lo que implica que queda toda la noche en la nevera y de ese modo el garbanzo queda impregnado del sabor de las especias. Para que no quede toda la salsa abajo suelo removerlo alguna vez antes de prepararlo.
En cuanto a la cantidad de las especias, todo dependerá del gusto de cada uno, yo lo dicho ultimamente tiendo a hacerlo picante, lo que sí que para que no quede muy grasiento, recomiendo no echar mucho aceite, sólo el suficiente para impregnar los garbanzos.
¡Qué tengais un buen comienzo de semana!
1 comentario:
Pues me parece una receta deliciosa, muy original y que le da un toque especial a los garbanzos.
Es un adobo que nunca se me habría ocurrido ponerle a las legumbres para después pasarlas por la sartén.
Me gusta mucho.
Besos.
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